lunes, 3 de febrero de 2014

FICHA BACH 2.

PUNTO 1.

¿DE DÓNDE SURGEN LOS RITOS CRISTIANOS?

Es natural que al establecer sus bases de culto las primeras comunidades cristianas se inspirasen en los ritos y misterios de las religiones que tenían a su alrededor. Las analogías más llamativas las encontramos con el rito mitraico, una continuación del mazdeísmo persa que veneraba la imagen de la divinidad Mitra, símbolo del sol y de la luz como Mazda.


Los sacerdotes de esta creencia eran célibes como los padres cristianos, y los fieles, que también se llamaban hermanos, consumían comunitariamente la carne y la sangre de un toro durante los sacrificios. Se bautizaban con agua, ayunaban periódicamente y sus sistema moral era casi idéntico al cristiano Los propios patriarcas católicos se admiraban de semejantes parecidos. Contaba el mismo san Agustín que, en cierta ocasión, un sacerdote de Mitra le reveló que ambos practicaban la misma religión.


PUNTO 2.



VOLVER A LOS 17. VIOLETA PARRA.

PUNTO 3.

Las bestias del Apocalipsis y los emperadores Flavios.
 
   La identificación de Roma con "Babilonia" no resulta difícil de ver a partir de la descripción de Ap 17: [1-18., Apocalipsis. La prostituta y la fiera. Ap 17]; comienza con la "señal" o visión de una mujer sentada sobre una bestia de color escarlata con siete cabezas, cuyo significado explica uno de los ángeles (17,3.7-9). La descripción deja claro que se trata de la misma bestia con siete cabezas de Ap 13,1-4 [], a quien el dragón, Satán, le ha dado su poder, trono y autoridad. El ángel dice que las siete cabezas de la bestia son las "siete colinas sobre las que se sienta la mujer" (17,9), que es una antiquísima alusión a Roma https://es.wikipedia.org/wiki/Siete_colinas_de_Roma . Luego dice que las cabezas son también "siete reyes" (17,10).


SIETE COLINAS DE ROMA.







                       Este complejo conjunto de equivalencias simbólicas constituye una de las claves más importantes del libro, puesto que se trata de una referencia a la descripción de 13,1-18 [ +],  coronada con la "enigmática marca de la bestia", es decir, 666. Los siete reyes se describen del siguiente modo:



Ap 17,9-11: "9 ¡Aquí de la inteligencia, el que tenga talento! Las siete cabezas son siete colinas donde está asentada la mujer, y siete reyes; 10 cinco cayeron, uno está ahí, otro no ha llegado todavía y cuando llegue durará poco tiempo.11 La fiera que estaba ahí y ahora no está es el octavo y al mismo tiempo uno de lo siete, y va a su ruina."



            Los cinco reyes que "han caído" (es decir, que han muerto) son los emperadores de la dinastía julio-clauida: Augusto http://es.wikipedia.org/wiki/C%C3%A9sar_Augusto (28 a.C - 14 d.C), Tiberio http://es.wikipedia.org/wiki/Tiberio (14-37 d.C), Cayo o Calígula http://es.wikipedia.org/wiki/Cal%C3%ADgula (37-41), Claudio http://es.wikipedia.org/wiki/Claudio (41-54) y Nerón http://es.wikipedia.org/wiki/Ner%C3%B3n (54-68). Los dos siguientes -el "que vive" y aquel que surgirá pero "durará poco tiempo" - son Vespasiano http://es.wikipedia.org/wiki/Tito_Flavio_Vespasiano (69-79) y su hijo Tito http://es.wikipedia.org/wiki/Tito , que reinó solamente dos años (79-81). Ap 17,10 dice explícitamente que los primeros cinco reyes han "caído" y que aún no ha "surgido" el de corta duración; por tanto, la afirmación "el que aún vive" se refiere ostensiblemente al "ahora" del texto. Con otras palabras, el contexto ficticio en el que se ubica la visión de Juan corresponde al reinado de Vespasiano, probablemente a sus comienzos, justo después de la destrucción del templo. Ciertamente, el hecho de que no se estableciera el culto imperial hasta la época de Domiciano, en el año 89 d.C., nos indica que el contexto real fue posterior, un dato confirmado por la descripción de los dos emperadores siguientes. Una vez más, nos encontramos con un recurso temporal típico de la literatura apocalíptica, que consiste en que las imágenes desplegadas "predicen" los acontecimientos futuros hasta el momento en que se escribe el texto. Desde la perspectiva de los destinatarios, sin embargo, los referentes históricos son totalmente evidentes.



           La primera revuelta judía suministra, en gran parte, el telón de fondo de las dramáticas imágenes que encontramos en el Apocalipsis. Ha de recordarse que la guerra comenzó en el año 66 d.C., bajo el reinado de Nerón, pero que éste no murió asesinado, sino que se suicidó en el año 68 d.C. Nerón había elegido con sumo cuidado al general Vespasiano para que comenzara la guerra. Al morir Nerón, Vespasiano tuvo que suspender temporalmente el cerco a Jerusalén y regresar a Roma para convertirse en el nuevo emperador. Su hjo Tito puso fin al cerco, destruyó Jerusalén y, finalmente, sucedió a su padre. Por consiguiente, los mismos emperadores flavianos que habían destruido Jerusalén unos pocos años antes, ahora eran venerados como dioses en el nuevo culto imperial de Éfeso y de las ciudades de Asia.



          

         La "octava" bestia se convierte ahora en la más importante de todas, pues es "uno de los siete". Se refiere al emperador Domiciano, el hijo menor de Vespasiano, que reinaría desde el 81 hasta el 96 d.C. La enigmática afirmación de que "era y ya no es" alude a un comentario anterior sobre la misma bestia de siete cabezas en donde se dice: "Una de sus cabezas parecía tener una herida mortal, pero fue curada, y toda la tierra le siguió maravillada" (Ap 13,3). En Asia circulaba el rumor, incluso entre los paganos, de que el emperador Domiciano era en realidad Nerón, que había regresado a la vida. En efecto, Domiciano, al igual que Nerón, tenía una pésima fama por su crueldad y megalomanía. Incluso consiguió que el Senado le otorgara el título de Dominus et Deus ("Señor y Dios") en vida. La proclamación de la divinidad del emperador se reservaba normalmente para después de su muerte. El culto imperial sería la caja de resonancia de esta proclamación en las ciudades importantes, como es el caso de Éfeso. Al final, Domiciano fue asesinado en el año 96; sus imágenes y símbolos fueron "condenados" a damnatio memoriae o eliminados de la actividad pública. Por consiguiente, la bestia procedente del mar (Ap 13,1), que tiene el poder de Satán y que lleva "un nombre blasfemo sobre sus cabezas", es Domiciano, que se proclamó dios y del que se pensaba que era Nerón redivivo.


              La bestia que surge de la tierra (Ap 13,11) puede referirse al gobernador de Asia o al sumo sacerdote del culto imperial flaviano, que tendría su sede en Éfeso. Presidirían las fiestas locales del culto imperial y llevarían a la gente a adorar la "imagen de la bestia" (13,14-15). Por tanto, con toda probabilidad, la cifra 666 es un símbolo numérico del nombre y el título de Domiciano como emperador (en griego, Kaiser o Sebastos), tal como aparece en las monedas o inscripciones (1). El Apocalipsis sostenía, por consiguiente, que honrar la imagen de Domiciano, la bestia, era lo mismo que adorar a Satán, puesto que se trataba de los mismos que hicieron la guerra a los santos y destruyeron la ciudad santa de Jerusalén (cf. Ap 13,5-7; 11,1-3). A su vez, Dios castigará a cuantos veneran a la bestia (14,9-11), cuando finalmente caiga la misma Babilonia (14,8; 18,1).

           
               
______________________________________________________________________
(1). Un criptograma numérico de este tipo en lengua hebrea referido a Nerón se encontró en los Manuscritos del mar Muerto. El significado simbólico se conseguía a partir del valor numérico de cada letra de un nombre o título sumando el total. Por ejemplo, el término griego Domitia Kais era una abreviatura de "Domiciano, Cesar", que es el tipo de abreviatura que se podía encontrar en el texto de una moneda o en una inscripción pública. En una moneda anterior de Domiciano en Roma (73 d.C) se lee este tipo de leyenda, pero en latín: Caes, Avg. F. Domit. Cos II ("César Augusto Flavio Domiciano, cónsul por segunda vez"). Utilizando los valores numéricos del alfabeto griego, las letras Domitia Kais dan un total de 666. Por supuesto, no deberíamos dar por supuesto que éste sea el significado del símbolo de Ap 13,17, pero nos muestra cómo se realizaba el cálculo. Sin embargo, en algunos manuscritos del Apocalipsis el número es el 616.


Correspondencia numérica del alfabeto.





Letra Griega Nombre
Griego
Letra en Español Valor Numérico Letra Griega Nombre
Griego
Letra en Español Valor Numérico
A,a alpha alto 1 N,n nu n 50
B,b beta barco 2 X,x xi
60
G,g gamma Llamada gamma gutural 3 O,o omikron  
70
D,d delta delta 4 P,p pi p 80
E,e epsilon breve 5 90 is
R,r rho r 100
6 es sigma, V forma final S,s,V* sigma s 6, 200
Z,z zeta zapato 7
H,h eta 8 T,t tau t 300
Q,q theta  
9 U,u upsilon u 400
I,i iota No se escribe punto sobre la iota Griega 10 F,f phi  Como el sonido regular de f en “foto” 500
K,k kappa  
20 C,c chi ch  600
L,l lamda  
30 Y,y psi (y) 700
M,m mu  
40 W,w omega  (w) 800
900 = sampsi

Letra Hebrea Nombre Hebreo Letra en Español Valor Numérico Letra Hebrea Nombre Hebreo Letra en Español Valor Numérico
א aleph silent (א) 1 or 1000 ל lamed low 30
ב bet boy 2 מ,ם* mem mike 40
ג gimel god 3 ן,נ* nun new 50
ד deled dog 4 ס samech sam 60
ה heh hi 5 ע ayin silent 70
ו vov very, up 6 ף,פ* pey pet, phone 80
ז zayin zebrea 7 ץ,צ* tzadi nets 90
ח ches bach 8 ק kuf q, kit 100
ט tes test 9 ר reish race 200
י yod you 10 ש shin sam, shem 300
ך,כ* chof kit 20 ת tof test 400

Forma
final de la letra
Nombre Hebreo Valor Numérico
ך final chof 500
מ final mem 600
ן final nun 700
ף final pey 800
ץ final tzadi 900
*la forma final es la forma de la letra encontrada cuando ocurre al final de una palabra.
D O M I C I A N O


D   o    m   i      t      i   a    K  a    i    s  (Domiciano, Cesar)



4+70+40+10+300+10+1+20+1+10+200  =  666


PUNTO 4

Recibir un agravio.


El Maestro era realmente despiadado

con quienes se complacían en la autocompasión
o en el resentimiento.


 "Recibir un agravio", decía, 

"no significa nada, a menos
que uno insista en recordarlo".


PUNTO 5.

Las bienaventuranzas.
    425 Lo siguieron grandes multitudes procedentes de Galilea, Decápolis, Jerusalén, Judea y Transjordania.

5                 1 Al ver Jesús las multitudes subió al monte, se sentó y se le acercaron sus discípulos.
2 Él tomó la palabra y se puso a enseñarles así:
                    3 Dichosos los que eligen ser pobres,
                       porque ésos tienen a Dios por rey.
                    4 Dichosos los que sufren,
                       porque ésos van a recibir el consuelo.
                    5 Dichosos los sometidos,
                       porque ésos van a heredar la tierra.
                    6 Dichosos los que tienen hambre y sed de esa justicia,
                       porque ésos van a ser saciados.
                    7 Dichosos los que prestan ayuda,
                       porque ésos van a recibir ayuda.
                    8 Dichosos los limpios de corazón.
                       porque ésos van a ver a Dios.
                    9 Dichosos los que trabajan por la paz,
                       porque a ésos los va a llamar Dios hijos suyos.
                  10 Dichosos los que viven perseguidos por su fidelidad,
                       porque ésos tienen a Dios por rey.
                  11 Dichosos vosotros cuando os insulten, os persigan y os calumnien de cualquier modo por causa mía.
12 Estad alegres y contentos, que grande es la recompensa que Dios os da; porque lo mismo persiguieron a los profetas que os han precedido.


EXPLICACIÓN.



4,25-5,12.    Multitudes judías y paganas. La actividad de Jesús rompe las fronteras entre los pueblos (4,25). Reacción de Jesús, subir al monte, lugar de la presencia y actividad divinas. Va a promulgar el estatuto del Reino, a definir la nueva alianza y a constituir el nuevo pueblo. Sube al monte como Moisés y habla desde él como Dios: el Hombre-Dios.



                  "Pobres" (3), en la tradición judía, los pobres sociológicos; "eligen", lit. "por el/su espíritu", que indica un acto interior del hombre, de inteligencia, voluntad o sentimiento; en este contexto, de voluntad (= decisión, opción). "Los pobres por propia decisión" = los que eligen ser pobres. Jesús mismo lo interpreta en 6,24 (opción entre Dios y el dinero). Tienen a Dios por rey (lit. "de ellos es el reinado de Dios"), es decir, sólo con ellos actúa Dios como rey. El reinado de Dios pone fin a la miseria; no carecerán de lo necesario ni tendrán que someterse a otros para obtener el sustento (6,25-34). Esta pobreza se opone al acumular y retener bienes (6,19-21) y supone la disposición a compartir lo propio (6,22). Ésta es la buena noticia a los pobres (Is 61,1; Mt 11,15).



                Las tres bienaventuranzas siguientes contienen una promesa de liberación, efecto de la opción por la pobreza.



                Los que sufren (4), alusión a Is 61,1 donde se trata de la opresión de Israel. Jesús anuncia el fin de la opresión para la humanidad entera.



                Los sometidos (5), según el texto de Sal 37,11: los que han perdido su independencia económica y su libertad y tienen que vivir sometidos a los poderosos que los han despojado. La tierra, universal: plena restitución de la libertad e independencia.



               Esa justicia (6) condensa las dos bienaventuranzas anteriores: verse libres de la opresión, gozar de independencia y libertad.



              Las tres bienaventuranzas siguientes definen la labor del grupo cristiano en medio de la sociedad.



              Los que prestan ayuda (7), la misericordia expresada en obras.



             Los limpios de corazón (8), cf. Sal 24,4, en paralelo con "el de manos inocentes": buena intención que se traduce en conducta sincera. Ver a Dios, la experiencia constante de su presencia. No cuenta ya la pureza de la ley, sino la del comportamiento, ni el encuentro con Dios en el templo (Sal 24,3; 42,3.5; 43,3), sino en la vida.



            La paz (9): prosperidad, tranquilidad, derecho, justicia; en suma, la felicidad individual y social. Condensa las dos bienaventuranzas anteriores. Tal actividad hace al hombre semejante a Dios, por ser la misma que él ejerce con los hombres. No relación de siervo a señor, sino de hijo a Padre (cf. Os 2,1).



          La última bienaventuranza (10) completa la primera (3) (ambas en presente y con el segundo miembro igual). La persecución no es un fracaso, y es consecuencia de la fidelidad a la opción inicial (5,3). La sociedad, basada en la ambición de poder, gloria y riqueza, no la tolera.



          Las promesas de futuro (vv. 4-9) son efecto de la opción y fidelidad presentes (vv. 3,10). Liberación progresiva de los oprimidos por la existencia del grupo humano que opta contra los valores de la sociedad y crea una alternativa.



          Para los discípulos (11s) desarrolla la última bienaventuranza. La sociedad ejercerá sobre ellos una presión más o menos cruenta. La reacción ha de ser de alegría. Su recompensa será la experiencia de que Dios reina sobre ellos. Con su modo de vivir, los discípulos toman el puesto de los profetas de antaño: hacen visible una nueva relación humana, que denuncia la injusticia existente.



PUNTO 6.


LA BELLEZA. AUTE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario