Una boda está llena de una serie de detalles y costumbres que se convierten en rituales distintos en cada zona.
Entre ellas está el lanzar arroz a los novios, así como llevar algo azul, algo prestado, algo usado, el ramo, las alianzas, el velo de la novia, etc.
Lo viejo se usa para mostrar el sentido de continuidad en la vida. Los lazos familiares, los amigos y las costumbres siguen siendo las mismas, tan sólo se adaptan. Lo viejo simboliza lo que se deja atrás. Suele ser alguna joya de la familia.
Por el contrario, lo nuevo simboliza la nueva vida que comienza y suele ser el vestido, la ropa interior, etc.
Lo prestado simboliza la amistad y suele ser también una joya o un pañuelo. Lo prestado se refiere a la vieja superstición de que la felicidad se puede atraer usando algo de alguien que sea feliz.
En cuanto a lo azul cabe destacar que en Inglaterra se dice que "aquellos que se visten de azul tienen amores verdaderos". La costumbre se originó en el antiguo Israel, donde la novia usa un arco azul en su cabello, que representa fidelidad. Lo azul por lo tanto simboliza la fidelidad. Suele ser la liga. La liga azul de blonda era considerada en Estados Unidos durante la Guerra de Secesión como un símbolo de virginidad.
El arroz que se arroja a la salida de la ceremonia religiosa simboliza la prosperidad y la fertilidad, que se desea al nuevo matrimonio, para que tenga una gran familia y abundancia en "todos los sentidos".
Actualmente se arrojan también pétalos de rosa, que representan un futuro dulce y pleno.
Arrojar arroz a los novios es una costumbre que en Europa se conserva desde la Edad Media. Esta práctica comenzó en Oriente, donde el arroz está considerado como símbolo de fertilidad. En las bodas los invitados lanzan arroz al novio y a la novia con la esperanza de que tengan muchos hijos.
La tradición del pastel o la tarta de boda nace en la antigua Roma. Los romanos rompían un pan por encima de la cabeza de la novia como símbolo de fertilidad. Los invitados recogían las migas y se las comían. Esta costumbre fue conservándose hasta principios del siglo XVII que, en Inglaterra se ideó que se hicieran muchas pequeñas tartas que luego se apilaban. No era un pastel dulce como los actuales, sino que era una torta plana, hecha de harina, sal y agua.
Una antigua costumbre inglesa, que se ha expandido, era poner un anillo en el pastel de los novios. El invitado que lo encontrara en su porción se aseguraba la felicidad para el año siguiente. La parte de arriba del pastel suele guardarse para el bautismo del primer hijo.
Los pasteles fueron parte de los matrimonios a través de la historia y representan la fertilidad del trigo y la buena suerte para la pareja. A la hora de servirlos, la buena suerte se extiende a todos los invitados. Esta idea ha llegado hasta nuestros días, en que los pasteles tienen varios pisos.
El pastel nupcial suele entrar al salón al ritmo de la marcha nupcial. A continuación los novios cogen juntos un cuchillo y le hacen un corte simbólico.
La marcha nupcial es una tradición que viene de la boda de la princesa Victoria de Inglaterra con el príncipe Federico Guillermo de Prusia. La princesa Victoria eligió ella misma las dos marchas: La Marcha Nupcial, de Mendelssohn para su entrada a la iglesia y la ópera Lohengrin, de Wagner para la salida de la iglesia ya de la mano de su esposo. La marcha nupcial acompaña el pastel de boda cuando entra al salón.
Por otro lado, la del ramo de novia es una costumbre de Oriente Medio y fue llevada a Europa por los cruzados. La flor que se utilizaba era el azahar que simbolizaba la pureza. Ahora, el ramo lo compra el novio y el padrino lo entrega a la novia en la casa de ésta antes de la ceremonia. Las flores son de lo más variado.
Las alianzas empezaron a usarse en el siglo V, pero costó que la Iglesia las aceptara como parte de la ceremonia.
La de lanzar el ramo de novia es una costumbre muy utilizada en EE.UU y en España se suele entregar el ramo a alguien previamente decidido por los novios,
También hay la costumbre de entregar "los novios" del pastel a la pareja que más pronto va a casarse de entre los invitados.
Hoy hay quienes lanzan el ramo a las solteras y la liga a los jóvenes casaderos. Se cree que quien alcance estos objetos será el próximo en casarse.
El velo de la novia simboliza la virginidad, la modestia y la inocencia de la novia. En algunas culturas asiáticas y del Medio Oriente el velo se llevaba para ocultar completamente la cara de la novia a un novio que jamás la había visto.
Solamente después de la ceremonia se le permitía al novio levantar el velo para ver el rostro de su nueva esposa.
En la religión islámica la mujer debe cubrir su cabeza con un velo negro. Según otras tradiciones, por ejemplo la romana, el velo protegía a la novia de malos espíritus, a los que se pensaba, es vulnerable.
Resaltar finalmente que el velo de la novia se hizo popular en Inglaterra en los años 800 y fue precisamente allí donde se le asoció con la modestia y la castidad.
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