Es lo que ordenaban, durante muchos años, las leyes del Imperio romano:
ninguna mujer virgen podía ser ejecutada. Para cumplir con el madato el
emperador Tiberio (42 a.C - 37 d.C) tuvo una macabra idea: exigía a sus
verdugos que violaran a las mujeres antes de ser ejecutadas.
domingo, 18 de octubre de 2015
¡NINGUNA VIRGEN EJECUTADA!
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