sábado, 14 de octubre de 2017

JUDAÍSMO. RECURSOS V.

EL LADINO.


El ladino, probablemente una deformación de «latino», es la lengua de los judíos sefarditas que fueron obligados a abandonar España o Sefarad, y que llevaron consigo en su diáspora. Al ser expulsados de España en 1492, muchos conservaron las llaves de su casa, tal vez con la esperanza de un pronto regreso a Sefarad.



En realidad, el ladino es el español hablado en España en la Edad Media, que, dependiendo del lugar de acogida de sus hablantes, iba recibiendo la influencia de la lengua de esos países. Muchos judeo-españoles se establecieron en Grecia, sobre todo en Salónica; en Turquía, los Balcanes y Marruecos.



El ladino, también llamado judeo-español o Djudezmo, es el nexo de unión entre los sefarditas repartidos por todo el mundo, que preservan su cultura con celo y nostalgia. Se calcula que todavía hablan ladino unas 400.000 personas.



Existen, además, diversos medios de comunicación y de cultura que ayudan a conservar esta antigua lengua, como periódicos, emisoras de radio y televisión, revistas y editoriales.

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