sábado, 15 de septiembre de 2018

LA VERDADERA HISTORIA DE DAVID Y GOLIAT.




De todas las historias del Antiguo Testamento ninguna es tan conocida como la de David y Goliat. La hemos oído centenares de veces y, con el paso de los siglos, se ha convertido en el paradigma de la victoria de los débiles sobre los fuertes.

A Goliat, el filisteo, se le presenta como un gigante y a David, el judío, como un mozalbete ágil pero de contextura mucho más débil que su oponente y, además, pastor de cabras. El relato bíblico se complace en detallar minuciosamente cómo eran ambos contendientes. Goliat medía "seis codos y un palmo" que traducido a las medidas actuales equivaldrían a una estatura extremadamente alta e iba pertrechado con un yelmo de bronce y revestido con una coraza, mientras blandía una lanza cuya punta pesaba "seiscientos siclos de hierro" según se especifica en Libro de Samuel. David, mucho más bajito, iba a cuerpo gentil, o sea, desprovisto de protección alguna y por toda arma llevaba una honda. 

Los filisteos y los hebreos, las dos grandes potencias de la zona, se enfrentaban con frecuencia. Los primeros pusieron en el campo de batalla a Goliat para causar el pavor entre sus enemigos y durante algún tiempo aquel gigantón amedrentó a los judíos que no osaban batirse con él. David, el futuro rey de Israel, fue el único que aceptó el reto ante el desprecio de Goliat, pero de un certero golpe de honda el campeón filisteo fue derribado lo que aprovechó David para cortarle la cabeza. Hasta aquí ésta es la versión que todos conocemos. 

Pero parece que la hazaña del pastorcito David pudo darse porque Goliat, que sufría acromegalia, enfermedad que produce el gigantismo, padecía también un tumor que le oprimía el nervio óptico como secuela de dicha enfermedad. Esto hizo que en determinados momentos Goliat no pudiera ver a David con lo que éste jugó con ventaja, mientras el gigante, despistado, buscaba a su enemigo sin poderlo localizar en su campo visual. Esta última teoría es la que plantea el neurólogo Vladimir Berguiner de la Universidad Ben Gurión. Con los conocimientos actuales se están haciendo numerosas revisiones de muchos hechos y situaciones históricas que abren una nueva perspectiva sobre relaciones y narraciones que se han mantenido intactas durante siglos ... 

¡En esta ocasión vamos a quedarnos con la primera versión porque, tal vez por la cuenta que nos trae, es bueno mantener la esperanza de que los sometidos o los débiles podemos plantar cara, con posibilidades de éxito, a los grandes y poderosos!

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